lunes, 18 de noviembre de 2013

Tú, yo


  Mi vida...

  Es un apodo tan común...

  Hay veces que pensamos que lo que tenemos, si es algo muy intenso, sobre todo te lo tienen que demostrar con actos tontos y anodinos. Y yo me pregunto... ¿Para qué?

  Un día me di cuenta que yo no era "mi vida", y sobre todo que nunca me habían puesto ese título. Me comí el coco. ¿Quería eso decir que yo no era suficiente? ¿Qué los sentimientos eran descafeinados?

  Volví a madurarlo y vi que no todas las circunstancias ni los momentos eran iguales. ¿Podía ser que no hacía falta títulos, ni apodos en la agenda? Era más físico, más de tú a tú, más a largo plazo, más de corazón.

  Sentimiento esté que al madurar se transforma en un amor profundo y duradero. Un echarse de menos inconsciente, un querer mejorar el uno por el otro, un sentir en consonancia con el mundo y un... Un yo ser yo y tu un tú tan grandes, tan fuertes que no hay apodo más bonito en el mundo.

....

  Por favor vamos a huir todos de los títulos, de los nombres, de las formas y las apariencias. Sin miedos. Vamos a por lo real, a por lo que de verdad sentimos, sin tapujos pero sin disfraces. Apostemos por lo sincero; tan simple y tan sencillo como nuestra realidad.


domingo, 10 de noviembre de 2013

Cruel realidad

  Me gustaría escribir sobre  algo que hace tiempo me ronda en la cabeza.

  Se critica mucho al sistema y la forma en la que se beneficia al que más dinero tiene pero, ¿podría ser de otra forma? Es decir, si no se cuida al que más da, al que tiene la sartén por el mango, difícilmente podríamos salir de esto los humanos de a pie. 

  Lo siento pero, pienso así.

Antes de salvar de la crisis a nada ni nadie hay que intentar no cabrear ni que pierda el que siempre gana porque sino podría dejar de jugar y, desgraciadamente, sin él el juego sencillamente, no es que no sea lo mismo, es que no sería.

  Con esto quiero decir que, si hay que dar un beneficio sin que suponga un perjuicio para la sociedad, pues habrá que darlo. Sí señores... Llamemslo por su nombre, nos tienen cogidos por los... Pues sí. Triste y cruel verdad. Pero nos guste o no son los que nos dan de comer, y si a ti no, lo hacen a tu madre o padre o hermano o...

 Por eso pienso que, injustamente si hay que salvar a una gran empresa para mantener a mil pequeñas pues, adelante y si hay que no ser tan exigente con un empresario que mantiene a mil familias pues tiene mi condohonor. Eso sí, sin injusticias ni desmerecer a los más desfavorecidos, a esa gran clase que sin acierto la nombraron clase media.

  Se que muchos no me entenderéis, otros no compartiréis mi opinión y otros me criticaréis pero, es la triste realidad. Lo que hago no es más que no dar la espalda a la que es hoy la única y más factible verdad.