lunes, 27 de enero de 2014

Libre

  Hoy quiero hablar sobre algo que me ronda la cabeza; La Sociedad.

  Son ideas que me han ido surgiendo a raíz de; lo que hace poco más de un año me dijo una persona, que tiene la facilidad de removerme el coco con sus pensamientos.

  La idea era que; si todos compartíamos algo tan preciado hoy en día como es el trabajo, haríamos una sociedad en la que todos tendríamos más oportunidades.  Si en vez de trabajar 8 ó10 ó 12 horas al día trabajasemos la mitad, tendríamos más tiempo (palabra que más de uno ni conoce) para nosotros.  Eso haría que existieran el doble de puestos de trabajo y... ¡Que casualidad! Eso nos llevaría a que éste estaría más repartido . ¡Vamos!, que el vocablo PARO tendría significado para menos gente.  Casi no existiría.  Habría más personas que trabajaría en su lugar de origen con el correspondiente ahorro, por lo que necesitarian invertir menos dinero y menos tiempo.  ¡Vaya! otra vez sale la palabra TIEMPO. Tiempo para ti y los tuyos, para tus proyectos, tus ideas y para hacer las cosas que hacen que la vida sea vida.

  Y si vamos más allá  esto sería sostenible si equiparasemos los sueldos, claro está.  Una madre podría trabajar, los jóvenes tendrían oportunidad sin tener que perder su juventud.  Nos "consumiríamos" menos, seríamos más productivos, tendríamos más ganas y aportaríamos más a la sociedad.

  ¿Creéis que es posible?

  Querer es poder, me dijo un día mi madre, y desde entonces soy la persona más cabezota del mundo.

  Entre todos podemos hacer que cambie la mentalidad, que cambie la forma de ver las cosas y las prioridades.
 
  Que la prioridad número uno sea la Felicidad y el sentirse bien y agusto con lo que eres y aportes a tu día a día.

  Es posible.

  Es creíble.

  Podemos cambiarlo.

  ¿ Me sigues?

 

lunes, 6 de enero de 2014

Vivir

  
  Podemos decir sin temor a equivocarnos que es mejor vivir el presente a planificar un futuro; aunque contraria a está afirmación está lo que todo el mundo intenta y aspira que es, ver un futuro feliz. Estar seguro de que lo que tiene, si es bueno, durará siempre.

 Todos hemos pensado que esta afirmación es la más lógica, la más coherente. Sabia decisión. Pero... ¿Y si resulta que proyectamos parte de nuestro futuro? Es decir, creo que si eres una persona optimista, proyectas cosas buenas en tu vida. Todo lo que te rodea cobra un sentido positivo. Ahora bien, ¿qué está antes el huevo o la gallina? ¿Tú proyectas y la vida te sonríe? ó ¿la vida es maravillosa porque así lo ves tú?

  Si tomamos como buena la última y más coherente para mi, eso que nos venden últimamente de que proyectas tu buen rollo no es la consecuencia, ni la teoría es la que nos venden. Pienso que nosotros somos los que pintamos nuestra vida de color de rosa y así pues nosotros no somos los que provocamos ese buen futuro o futuro feliz sino que lo vemos así cuando lo estamos viviendo.

  Y a la conclusión a la que me ha hecho llegar este cóctel de ideas es que no necesitamos estar seguros del futuro. No necesitamos creer que este será perfecto, que seremos felices por siempre. Debemos vivirlo, cuando llegue el momento, como si fuese el mejor que puedas tener jamás.

  Así pues... Vive el presente, que el futuro ya lo vivirás...



miércoles, 1 de enero de 2014

Tiempo

El tiempo...

... Quién pudiera pararlo...

  Pues estoy segura que lo desaprovecharíamos. Sería el regalo de los regalos, el más preciado de los deseos pero sin embargo, no sabríamos que hacer con él.

  Si no lo tienes nos quejamos porque nos agobiamos y echamos en falta tener un poco más. Si lo tienes porque es mucho, demasiado y querríamos tenerlo ocupado. ¿Es qué no existe el punto medio? Yo creo que sí

  Conformarte y saber disfrutar de él. Dejarte llevar y sobre todo no forzarlo, no insistirle. Saber guiarte por tu imaginación.

  Una propuesta interesante en esto de la ocupación del tiempo es sacarle partido para hacer un bien no sólo para tí sino también para los demás. Tiempo para regalar. ¿Habrá presente más bonito y más valioso?... Yo creo que no.

  Yo te doy el mío, tú el tuyo... Ah! No! Espera... Eso no es regalar es intercambiar, compartir. Vaya! Eso si que es interesante. Si yo compartiese mi tiempo, si lo invirtiera en los demás... Si todos lo hiciéramos sería maravilloso. A nadie le faltaría o sobraría. Yo podría cederte parte del mío que no sería más que hacer algo por tí. Por tus intereses, por la sociedad. Así te encontrarías los beneficios tú. A mi me pasaría lo mismo contigo... ¿Y si se convirtiera en una cadena? Yo invierto mi tiempo en organizar rutas para salir a andar, tú lo inviertes en investigar sobre la forma de utilizar las plazas del pueblo, él en reuniones para practicar inglés, ellos en la forma de hacer huertos sociales...¿ y si dedicásemos nuestro tiempo a reunirnos con los demás? ¿ y si lo empleásemos en hablar de nuestros intereses? En pedir cada uno en que le gustaría emplear el suyo, así podríamos agruparnos por intereses sociales. Por hacer algo por nuestra comunidad. Cada uno aporta su interés que será la falta de otro y así...

  Así podríamos llegar a crear una cadena tan fuerte y tan larga que nos haga crecer tanto que lleguemos a ser una gran comunidad, perfecta para vivir. 

  Así a nadie le faltaría ni sobraría tiempo.

  Bendito tiempo.