lunes, 18 de noviembre de 2013

Tú, yo


  Mi vida...

  Es un apodo tan común...

  Hay veces que pensamos que lo que tenemos, si es algo muy intenso, sobre todo te lo tienen que demostrar con actos tontos y anodinos. Y yo me pregunto... ¿Para qué?

  Un día me di cuenta que yo no era "mi vida", y sobre todo que nunca me habían puesto ese título. Me comí el coco. ¿Quería eso decir que yo no era suficiente? ¿Qué los sentimientos eran descafeinados?

  Volví a madurarlo y vi que no todas las circunstancias ni los momentos eran iguales. ¿Podía ser que no hacía falta títulos, ni apodos en la agenda? Era más físico, más de tú a tú, más a largo plazo, más de corazón.

  Sentimiento esté que al madurar se transforma en un amor profundo y duradero. Un echarse de menos inconsciente, un querer mejorar el uno por el otro, un sentir en consonancia con el mundo y un... Un yo ser yo y tu un tú tan grandes, tan fuertes que no hay apodo más bonito en el mundo.

....

  Por favor vamos a huir todos de los títulos, de los nombres, de las formas y las apariencias. Sin miedos. Vamos a por lo real, a por lo que de verdad sentimos, sin tapujos pero sin disfraces. Apostemos por lo sincero; tan simple y tan sencillo como nuestra realidad.


domingo, 10 de noviembre de 2013

Cruel realidad

  Me gustaría escribir sobre  algo que hace tiempo me ronda en la cabeza.

  Se critica mucho al sistema y la forma en la que se beneficia al que más dinero tiene pero, ¿podría ser de otra forma? Es decir, si no se cuida al que más da, al que tiene la sartén por el mango, difícilmente podríamos salir de esto los humanos de a pie. 

  Lo siento pero, pienso así.

Antes de salvar de la crisis a nada ni nadie hay que intentar no cabrear ni que pierda el que siempre gana porque sino podría dejar de jugar y, desgraciadamente, sin él el juego sencillamente, no es que no sea lo mismo, es que no sería.

  Con esto quiero decir que, si hay que dar un beneficio sin que suponga un perjuicio para la sociedad, pues habrá que darlo. Sí señores... Llamemslo por su nombre, nos tienen cogidos por los... Pues sí. Triste y cruel verdad. Pero nos guste o no son los que nos dan de comer, y si a ti no, lo hacen a tu madre o padre o hermano o...

 Por eso pienso que, injustamente si hay que salvar a una gran empresa para mantener a mil pequeñas pues, adelante y si hay que no ser tan exigente con un empresario que mantiene a mil familias pues tiene mi condohonor. Eso sí, sin injusticias ni desmerecer a los más desfavorecidos, a esa gran clase que sin acierto la nombraron clase media.

  Se que muchos no me entenderéis, otros no compartiréis mi opinión y otros me criticaréis pero, es la triste realidad. Lo que hago no es más que no dar la espalda a la que es hoy la única y más factible verdad.



sábado, 26 de octubre de 2013

El trueque



  Hace un año, hace ese tiempo que viví en mis carnes lo que se conoce con el nombre de trueque. Y fué por causalidad, por una de esas experiencias que te da la vida y que te sorprende de cuanto aprendes de ella.

  Todo empezó con una invitación a una "recogía de la naranja".  

  Yo, que me gusta probarlo todo, me ofrecí encantada y con todas las fuerzas y ganas del mundo. Y con la ilusión de una niña y con la esperanza de disfrutar de una diversión. 

  Qué sorpresa fue la mía cuando descubrí que el verdadero juego era el de la vida, el que le da sentido a todo, el que, gracias a él, desde tiempo inmemorial, se basa el tener, el subsistir, el vivir y sobrevivir. El intercambio, el "tu me das y yo te doy". 

  Nos levantamos temprano, nos fuimos al campo y cogimos todo lo que nuestras manos pudieron coger en la primera parte de la mañana y luego nos fuimos a repartirlas por todas las tiendas del pueblo. Yo me quedaba en el coche y él se bajaba. Sorpresa la mía que vi que, entraba con un cajón y salía con una bolsa. ¿Qué ocurría? Había algo que no entraba en mis esquemas. ¿Y el metal de intercambio? ¿Y el metal, valioso metal que todo lo da?

  "¡Mira!" Dijo él con una sonrisa en la cara y gesto de felicidad. "Ya tenemos para unos días picar".

  Una lata enorme de melva era lo que traía... "¿Y eso para que?" Me pregunté yo. Me enfadé. Yo, persona comercial donde las haya y con tintes economista (vamos, que me gusta más un buen negocio que un tonto un lápiz) dije; "¡Ya te han timado!" 

  Pero aprendí de mi error; craso error. No era un timo sino un trueque. Nos llevamos todo un mes; fin de semana a fin de semana dando y recibiendo. 

  Mi lectura; aprendí, una forma de pago, un juego, una manera de entender la vida y la esencia del vivir y del sobrevivir. El pueblo te da y tu tienes que devolverle la mitad al menos. Es lo justo, ¿no?.

  Este año se va acercando el momento y, con ganas voy esperando que lleguen esos fines de semana en que, volvemos a hacer lo que hacían nuestros ancestros. El trueque.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Vivir para ser feliz




  Creo que él escribir sobre esto es escribir sobre mi experiencia, sobre algo que hoy está latente en mi vida. La sinceridad, la veracidad, la claridad. Nunca lo hubiera imaginado pero, es un bien preciado, tanto que lleva a la seguridad.

  ¿Cómo explicarlo? Un día piensas que la base de todo esta en hablar las cosas.

 Yo, persona mal pensada donde las haya. Mal pensada y mal sentida, porque, al fin y al cabo, una va de la mano de la otra. Eso de "piensa mal y acertarás" es un refrán que lleva a lo negativo, a la injusticia y acarrea más de un sentimiento negativo y te hace tener comportamientos insensibles.  Sí sumas a esto que siempre has de quedar bien en esta sociedad y que, por tu inseguridad y el querer caer bien, te envuelves en  pura hipocresía, en el mentir, la calumnia y el sonreír y reír por fuerza e inevitablemente sin tener ganas. El querer ni por un ápice y nada más lejos de la realidad mostrar como tu eres de verdad. Mételo en una cajita y...

  ...así era yo. Y además, cabezota.

  Pues como decía, me doy cuenta un día de que, para mi sorpresa, de un tiempo a esta parte he cambiado, he modificado ese mal comportamiento. Me he dado cuenta que sí sabes hablar, entender y dirigir a los demás hacia el bien; el buen hacer; el entendimiento. Sabes que vas a ganar tiempo, vida. Una sonrisa, un "contar hasta diez" y evitar discusiones improductivas llevan a un alargar el tiempo; ya que sí valoras el disfrutar, y lo haces el máximo de minutos al día, vives más y exprimes más el vivir. Pero, no os confundáis. Que no ha sido seguramente por hacer bien... Más bien por egoísmo "puro y duro", que no es más que el querer dejar el más bonito y aprovechado de los cadáveres...

  Y que conste que no lo voy a disfrutar a posteriori, pero aquí... Me ayudará a sobrellevar felizmente esta insólita Vida ( que por otro lado es la mía).

  Así que, vive, aprovecha al máximo lo que vas a hablar y decir en el día, ya que el orar y el buen orador es el que sabe escuchar y entender. Valorar y simpatizar. Creer y sobrevalorar. Sólo así podrás entender que, lo que te hablan los demás, tiene más valor, que lo que tú pudieras aportas y sólo así aprovecharas tu vida para absorber todo lo que seas capaz de aprender.

  Vivir para ser feliz.


sábado, 28 de septiembre de 2013

"¡Pártete!"


  Todos necesitamos sentir.

  El ser humano implica eso, tener emociones; reír y llorar, estar feliz o ser desdichado. Eso es así. Nadie te pregunta al nacer si estás deacuerdo o no y nadie te hace firmar ningún papel, ningún contrato. Es así por naturaleza; dicen.

   Todos lo aceptamos sin cláusula alguna aunque, pienso que, justo no es. Si amaneces un día y no quieres salir al mundo porque te han arrancado el alma y nada ni nadie te puede sacar un atisbo de esperanza, tienes que salir. Como cuando te obligaba tu padre pero, esta vez es rematadamente más difícil, porque sólo y exclusivamente te obligas tú.

  Pero ahí no queda la cosa; que si lo que haces es levantarte siendo la persona más dichosa del mundo pues no todo es un campo de rosas. Tienes mil sensaciones que explotan dentro de ti y la más maravillosa de las sensaciones que se pueden experimentar que es cuando quieres gritar al mundo algo que muy pocos tienen; la Felicidad. Bueno, exagerada que es una, que de eso hay poco, la mayoría se conforman con un pellizco de alegría. Pues ahí tampoco llevas las de ganar. Ese día puede que, por mal del azahar, te levantas ronco.

  ¿Y cuándo te levantas irascible? Sensación mala y desagradable donde las haya. No para ti, no, para los demás. Deberían de prohibir el salir a la calle bajo esas circunstancias. Y lo peor es que ahí, no eres tú el que no quieres es el Mundo el que debería obligarte a quedarte castigado. Vamos, que haces un flaco favor a las personas que te rodean mezclándote en sus vidas.

  En fin. Que es lo que hay. Pero no desesperemos que no todo es malo, no todo termina mal. Hay días que son redondos que te levantas emanando felicidad sintiéndo una enorme satisfacción por ser persona por poder sentir y por poder amar, compartir, regalar y vivir tu sonrisa y la de los demás. Ese día cuando estas alegre y con ganas de darte y dar todo el optimismo y la buena energía que hay dentro de ti. Ese día mi receta sería; "compártete" y "pártete" en mil cachitos.




miércoles, 25 de septiembre de 2013

Y te vas si te nombro



  Para, respira, cierra los ojos...

  ¿Merece la pena verdad?

  Sentir como has dedicado un minuto de tu tiempo a escucharlo, a verlo y a provocarlo. Sentir como su presencia te invade y te aborda; y sin casi darte cuenta, pierdes la noción del tiempo contado en segundos pero soñados en horas. 

  Al experimentar lo que se siente la primera vez, ya sólo piensas en repetir. ¿Podré vivirlo otra vez? Y vuelves a cerrar los ojos y... ¡Ahí está! Tan pleno, tan inerte, insípido, incoloro e inherente.

  El silencio...

  Disfruto cada vez que me visita; disfruto cada vez que, este mundo loco, me deja empaparme de él. 

  Estamos en un momento en el que la Sociedad sólo piensa en el ruido. Da igual de dónde venga y cual sea su forma. Simple ruido. Llámese consumo, prisas, tiempo, dinero, problemas, enfermedades... Mundo... Todo suena. Todo chirría. Todo parece estallar. Y, la mayoría de las veces, clama y se transforma en un grito. 

  Ahí vienes tú, mi Salvador, mi canto, mi balsa. No hay mayor consuelo, ni mayor orgullo que el poderte escuchar. ¿Cómo poder transmitir la plenitud que me das? Si pudiera venderte, te regalaba y si pudiera tenerte, te donaba. Por eso te dejo mi rinconcito aquí, para poderte compartir. 

  Para, respira, cierra los ojos...



jueves, 12 de septiembre de 2013

Experiencias


  Sí, esas que recordamos toda la vida. Esas que mayormente tenemos en la niñez y que sólo algunos afortunados seguimos experimentando aún en la madurez. 

  ¿Qué como me sentí el día que, al abrir los ojos, divisé esta maravilla de paraje? Pues llena, plena, afortunada y sobre todo, una mujer con suerte. Suerte de poder contemplar esa quietud, esa inmensidad, esa paz, esas tonalidades diferentes y ese cuadro natural que tenía frente a mi. Pero también suerte por tener la capacidad de, a la vez de observar, ser consciente de que iba a ser una de esas experiencias. De esas que no se olvidan nunca. Y rápidamente mi cerebro se centró en mis retinas y, cual cámara de foto, las abrió de par en par para intentar captar todo lo que allí acontecía. Todo lo que venía en ese maravilloso mural viviente. Todo lo que mi mente retenía.

  En ese mismo instante algo me distrajo, ¿un móvil? ¿Una cámara? ¡Claro! Estaba tan absorta en mi recreación que no se me había ocurrido hacer lo que más me apasiona del mundo. Captarlo para transformarlo en papel. ¡Ya se me han adelantado!

  Pero cual fue mi sorpresa que la cámara no funcionó y vi la oportunidad. Mi momento llegó. Y aquí está el fruto de esa recreación.

  No nació de mi la idea de la experiencia, ni la de plasmarla en una fotografía ni la de contar mis vivencias, sentimientos y forma de ver la vida; pero mías son.

  Aunque no sería capaz de finalizar el texto de hoy sin agradecer, aunque no es ese el mejor verbo para definir lo que siento, todo lo que ha nacido de él.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Unos que vienen, otros que se van

  Unos van, otros vendrán.  Esto ley de vida dicen que es. Pero la verdad es que hay algo que lleva días rondandome en la cabeza después de ver el prólogo de un film y que no me deja dormir. La pregunta es: ¿Realmente vivimos? Es decir; ¿sabemos si lo que hacemos es la vida o acaso es la muerte lo que estamos viviendo?

  Sí, sí lo sé. Vaya escritora de pacotilla que en la última frase utiliza la misma palabra cien veces, pero; ¿podría decirse de otra manera? ¿hay forma de expresarlo mejor?

  Creo que todo aquel que sea un poco inconformista y tenga alguna inquietud se lo ha planteado alguna vez. Si bien esto es de las cosas que han de creerse por reducción al absurdo ya que,  demostrable no es.

  Ahora bien, llegados a este punto y después de plasmarlo en el papel, sólo me queda una idea, la de: "¿Qué más da?" Muerta o viva, viva o muerta... Todo lo que hay que hacer y lo que nos vamos a llevar es disfrutar. Aquí, allí, exprimirlo TODO al máximo, elevarlo a la enésima potencia y multiplicar por infinito todos lo sentimientos buenos de esta vida y...de la otra y...de la de más allá. Aceptar lo bueno, olvidarse de lo malo. Echarle valor, admitir las derrotas, mirar a la cara a la adversidad. Y cuando estés seguro de que has sido una esponja con todo lo que te rodea y estés convencido de que, más allá de la exageración y, mucho más cerca de la realidad, no cambiarías ni un por un momento lo vivido ya. Entonces y sólo entonces has llegado a entender la esencia de la vida (o de lo que sea).

  

viernes, 16 de agosto de 2013

Caminos

Caminos y senderos, senderos y caminos. Largos, silenciosos, amenos... Nunca sabiendo donde nos llevará el destino. ¿Puede ser como una enseñanza de la vida? ¿Puede ser como una experiencia, una huida de la rutina, del hacer siempre lo mismo?

Eso pienso cada vez que cojo uno de ellos y esa es la sensación que tengo. Huir de todo lo que me preocupa, rodearme de todo lo que quiero. Sentir cada brisa, cada sonido, cada olor, color y cada silencio.

Hoy hemos sentido aún más. Hemos vivido otro de esos momentos. Pero esta vez en la oscuridad, esta vez en lo negro. Y me hubiese gustado empaparme de la noche más, pero me he distraído por sentimientos.

Por suerte quedarán muchas noches más, noches y senderos.

martes, 6 de agosto de 2013

Zumo de aceituna


  Un manjar de Dioses y una experiencia sorprendente la que se experimenta al participar de su recolección.

  No hay nada más simple y sencillo pero a la vez reconfortante que encontrarte ante el fruto, su madre y tus manos. Hace que te dejes llevar. Es tan mecánico, tan manual, que hace que tu pensamiento vuele. Deja todas tus neuronas libres y te transporta a una sensación tan prehistórica, que te hace sentir más allá de lo puramente físico y te llena en lo mental. Disfrutas de la sensación aunque supongo que sería totalmente diferente si, en vez de una invitación a la tarea, la propia tarea fuese un trabajo.

  Eso si, todo esto se magnifica aún más si nombras el zumo de cebada de las once de la mañana, y el tentempié compuesto por todos los bocatas de chorizo del pueblo que seas capaz de ingerir sin que merme tu capacidad para seguir la tarea.

  Por todo esto es por lo que estoy deseando que llegue el próximo septiembre y una nueva "recogía de aceituna".




  

sábado, 3 de agosto de 2013

Como un cuento



  Estar metida en un cuento; eso es lo que me inspira esta postal. 

  En cierto modo y llegados a este punto, es como me gustar ver mi pequeña novela; esa de la que soy protagonista.     Pero no en su plenitud, sino en parte solo. ¿Por qué como un cuento? Por pura definición. Un cuento es una historia con tintes irreales pero con su parte de narrativa. Y esta foto refleja la parte de real y la parte de fantasía (árbol que viene de vuelta pero rodeado de vida y colores).

  Así va todo, ¿no? Por lo menos a los optimistas y vivos de corazón. No como lo cuentan los torpes de espíritu. A algunos nos parece que hay colores vivos y pura fantasía e incluso se atisba música y vida (aunque no aparezcan en la imagen sino que sea porque es lo que nos inspira y nos pega a los que nos gusta utilizar la imaginación). Pero con los pies siempre sobre la tierra y pensando que sólo estamos de paso.

  Ah! Pero se me olvida lo más importante, que es tu propia historia y ahí  es como si metieras todo en un colador y te quedases con la esencia de las cosas buenas y con lo bueno del cuento, con la fantasía o, al menos es lo que debería de quedarle a todo el mundo. En mi caso, lo que queda es mucho, y por todo merece la pena esperar al final del cuento. Ya se como empieza y se por dónde va y de eso tienen mucho que hablar Mife y Myro (personajes principales de esta parte del cuento). Y El final.. ¿A quien le importa el final del cuento si la historia te hace disfrutar?

viernes, 26 de julio de 2013

Un encuentro con mis sentidos


  Qué sensación más placentera la que experimento cuando me sumerjo en él. Se me nublan los sentidos y me lleno de serenidad cuando cierro mis ojos y me invade su mar.

  Si miras encima de estas líneas, ¿qué ves? ¿Qué te transmite? ¿Paz? Eso es lo que respiro y he intentado plasmar con una imagen. Es difícil de explicar. Sólo espero con esta instantánea que nace de mi retina hacértelo llegar. Porque sería egoísta quedármelo para mi; sin compartir.

  Este año lo he disfrutado más que nunca.

  

miércoles, 24 de julio de 2013

Cascabelera


  Ella es la reina, la dueña de mis impulsos, la que guía mis emociones, la que me hace suspirar y mirar más con el corazón y menos con la razón.

  Pero hay algo que me fascina y es que nunca es la misma. A lo mejor eso la hace tan atractiva; no hay dos días seguidos en los que su apariencia sea igual. Por eso será que nos emociona tanto, porque tiene ese ser cambiante que hace que nos impregnemos de su inconstancia (de su locura) y terminemos perdidamente enamorados de su presencia.

  El tiempo es bello contado en lunas y así lo vivo yo. 

  Luna, Lunera...

  Y otro día hablaré del cascabel.

jueves, 18 de julio de 2013

Sus ojos


  Animal que andas de un lado a otro paseando en tu lomo a todo aquel que se le antoje. ¿Alguna vez fuiste mimado?

  Mirada dulce se ve en tus ojos. ¿Dulce mirar o apacible? ¿O quizás se insinúa mera melancolía? ¿Y no es posible que sea algo de tristeza?

  Ay! Bello ser, el caballo. Con apariencia de guapo, elegante y hermoso; pero con triste mirar.

miércoles, 17 de julio de 2013

Reciclarse o..


  Eso es lo que pensé cuando me encontré con ella.

  Las había visto de madera, de hierro, de reja, de plástico, de panel, de aluminio e incluso de papel; pero ésta, ésta era la más original y estrambótica de todas. Pero no se porqué no causó el impacto que yo esperaba. Explico el porqué.

  Alguien muy cercano y que normalmente y hasta dónde yo sé, muy pasional y que no deja pasar ninguna (que sea distinta y única) sin inmortalizar, la dejó pasar. Sin una mísera mueca, sin dedicar una sola palabra, ni tan siquiera un vago comentario al respecto.

  Pobre de ti. Tan poco vulgar, tan extravagante y tan desapercibida que has sido tratada.

  Hay veces que, por mucho que algo se esfuerce en ser algo único, no sólo no se valora como tal, sino que nada más lejos de provocar admiración; lo que provoca es indiferencia.

lunes, 15 de julio de 2013

Apariencias


  Verdadero o falso, viva o muerta, belleza o simple apariencia...

  Todo es relativo. Hay personas que tienen y sienten la necesidad de captar y enseñar siempre lo que ven de la forma más extraordinaria posible. Otras sin embargo que enseñan, muestran y ven la realidad de las cosas. Y lo hacen tan seguro de que lo que trasmiten es único que, aunque no se halle a simple vista la belleza, terminan transmitiendo la más bonita de las realidades.

  Yo sin duda soy de las que peco de vestir, engalanar e incluso "retocar" de la forma más barroca todo lo que está entre mi objetivo y yo, incluso entre mis palabras y yo; o mi mundo y yo. Y hago de algo irrealmente bello una imagen digna de aceptación e incluso admiración  por los demás.

  ¿Estaré en el mayor de los errores?
  ¿Será mejor volver atrás e intentar mostrar la realidad?

  Al final da igual como lo hagas, pienso yo, porque cada cual verá las cosas como las quiera ver, independientemente de cual sea la realidad y la forma en que se quiera mostrar. Porque no hay nada más relativo que, las simples apariencias.

  

  

viernes, 5 de julio de 2013

Y así soy yo


  ¿Qué siento? Seguridad, igual que cuando miras dentro de ti y no temes que entren los demás. Eso siento.

  Es un paso más al crecer, al subir, a la madurez. Un paso que la naturaleza te da, que no escogí pero que te sumerges poco a poco en él, sin tu querer.

  Si muestras algo muy tuyo, de lo que no te enorgulleces pero que forma parte de ti, es que estás dándote por entero, todo tú. 

  Y así soy yo y este es "mi pie".

martes, 2 de julio de 2013

Color


  Esa es la sensación y la mejor forma de describir que se ha quedado en mis sentidos después de la experiencia vivida.

  Podría haber elegido la palabra sorpresa, alegría, niñez, imagen, emoción, baño, música, charla, paseo, olor, pasión, mañana, calor, lágrima, admiración...

  Pero eligí color; Verde aceituna, amarillo pasto, blanco cal, gris roca, azul pantano y rojo...

jueves, 27 de junio de 2013

Maraña


  Maraña, entresijos, caos, detalles... Todo eso se puede interpretar si miras, de la misma forma en que lo hago yo, cada vez que capto las ramas sin hojas.

  Cuando las veo me gusta fijarme en ellas ya que, aunque parezcan un caos, siguen una senda, un camino siempre con un principio y un fin. 

  Esa forma de ser de las cosas me enloquece; me lleva a fijarme más en los detalles, para quitar de la imagen que estoy percibiendo, la sensación de desorden y quedarme con la de entresijo, plenitud.

  Si consigues ver orden en ese caos, consigues ver la belleza admirando el TODO, el conjunto, la madeja a partir de la armonía de los hilos.


miércoles, 26 de junio de 2013

Máscaras


Esas que todos tenemos, y que hace que aparentamos algo que no somos que nunca seremos. El retrato hace un poco de ese efecto. Se supone que un buen fotógrafo es que lo hace bien y magnífica lo hermoso, potencia la belleza. Sin embargo, para mi, un buen retrato es el que plasma la esencia de esa persona tanto que se pincelan en él los gestos, el mirar y hasta el ser. 

Esta instantánea es el fiel reflejo de la vida en sí. Son máscaras de niños, que son los únicos que cada vez que estoy con ellos, se quitan la máscara.



martes, 25 de junio de 2013

Se lo llevó la corriente



  Si pudiéramos trasladarnos siglos atrás.
  Si pudiéramos saber que fue la tierra que pisamos, quien la cuidó, quien la vivió, quien la disfrutó. 
  Si pudiéramos sentir, oler, vivir, experimentar, tan sólo minutos de aquellos años... Seguro que seríamos más sabios y ricos de espíritu.



lunes, 24 de junio de 2013

El vuelo


Esperar mirando al objetivo para captar el momento e imagen que quieres retratar es a veces más reconfortante que el resultado en sí.





Senderos


Cada paseo, cada camino, cada lugar, es una aventura.

viernes, 14 de junio de 2013

Mi primera experiencia


  Sí, después de tantos años creyendo que no podía montar en bici, he hecho de esto mi hobby favorito. 
  No hay nada que me apasione más que, montarme en la bicicleta, coger por caminos desconocidos para mi y... Dejarme llevar. Eso sí, siempre hay algo que retratar, algo que guardar en la retina.

martes, 11 de junio de 2013

Mi punto de vista


Ahora, recordando como lo vi por primera vez, esta visión tiene; el doble de valor y el doble de sentido.

Todo es según el color del cristal con que se mira.

domingo, 9 de junio de 2013

El pozo de los cangrejos


  Tras presentar mi pueblo en mi primera entrada y presentar mis debilidades, mi segunda instantánea tenía que ser ésta. Fue quizás la foto que me ha hecho reencontrarme con una pasión que tenía olvidada y que, gracias a ella y a quién gustó, me volvió esa ilusión.

  La foto es de un pozo que está en el camino del monte borracho (Gerena).

sábado, 8 de junio de 2013

Mi Gerena




  Mi primera foto para empezar este pequeño rinconcito no podía ser otra que, Mi Gerena.

  "Mi" en mayúsculas porque empiezo a mostrar lo que mis ojos ven . Lo empiezo a la vez que vuelvo a ser parte de ti, parte de tu gente; en una de tus calles, en el centro de tu corazón.

  El comienzo de una experiencia justo en el comienzo de un sueño.