domingo, 23 de septiembre de 2018

Parar...


Estamos en una Sociedad, un tiempo, un momento en el que todo gira en torno a un no parar. Vamos y nos movemos a un ritmo frenético y eléctrico. Con y por un camino, a veces dejándonos llevar y, a veces dormidos... Te encuentras y te pierdes, vives y malvives, sales y entras y; en parte, sueñas despierto. Sabes que estás aquí de paso pero aprovechas al máximo cada minuto, o así lo crees. Creces y te haces pequeño, vuelves a tus inicios y te reinventas. Persigues tú esencia sin saber cuál es el secreto de la felicidad. Hasta puede que consigas ser tú en pequeñas moléculas dentro de la realidad corporea. Tu realidad. Buscas estímulos, te recreas en vivencias y creas experiencias poniendo a prueba tus expectativas.

Pero llega un momento, un instante, un segundo en el que paras. Ves todo con otro cristal. Otro iris. Otro color. Te ves y te sientes. Sabes que lo has de valorar y que sólo parando, respirando, soñando, pensando; vas a ver la claridad. Sabes que necesitas ese parar, ese disfrutar del analizar donde vas, y hacia donde quieres caminar. Ver si el camino de baldosas amarillas te lleva al León. O si tu eres el felino.

Hay veces en que necesitas parar. Sólo tienes que zambullirte en la más profunda de las ahogadillas, soltarte, y dejar que el huracán te lleve en la dirección que tu quieras volar.

Volar...




No hay comentarios:

Publicar un comentario