martes, 6 de agosto de 2013

Zumo de aceituna


  Un manjar de Dioses y una experiencia sorprendente la que se experimenta al participar de su recolección.

  No hay nada más simple y sencillo pero a la vez reconfortante que encontrarte ante el fruto, su madre y tus manos. Hace que te dejes llevar. Es tan mecánico, tan manual, que hace que tu pensamiento vuele. Deja todas tus neuronas libres y te transporta a una sensación tan prehistórica, que te hace sentir más allá de lo puramente físico y te llena en lo mental. Disfrutas de la sensación aunque supongo que sería totalmente diferente si, en vez de una invitación a la tarea, la propia tarea fuese un trabajo.

  Eso si, todo esto se magnifica aún más si nombras el zumo de cebada de las once de la mañana, y el tentempié compuesto por todos los bocatas de chorizo del pueblo que seas capaz de ingerir sin que merme tu capacidad para seguir la tarea.

  Por todo esto es por lo que estoy deseando que llegue el próximo septiembre y una nueva "recogía de aceituna".




  

2 comentarios:

  1. Me trae recuerdos de mi pueblo,cuando en Noviembre o Diciembre iba con mi tía a varear ,las aceitunas
    y recogerlas en el suelo una a una .Hacía un frío intenso y encendíamos una hoguera para calentarnos,esto era a unos kilómetros fuera del pueblo y cerca de donde está la ermita de la Virgen del Casar,Patrona de Portaje,el lugar,se llama Las Viñas y al lado,pasa el arroyo de la Fresnedosa,un lugar MÁGICO.
    Tu escrito sobrina ,precioso.Besos

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  2. Me encantaría conocerlo. Seguro que merece la pena. Nosotros la "cogía" la tenemos ahora. Hace una semana que hemos empezado y la estoy disfrutando muchísimo.

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